La noche del 23 de enero se celebró el torneo de MMA UFC270 en la ciudad estadounidense de Anaheim. Algunos expertos creen que éste puede ser el acontecimiento clave de todo el año 2022 en materia de «lucha sin reglas», a pesar de que sólo es el comienzo del año. No es de extrañar, ya que el combate central del evento es una pelea por el título entre luchadores de peso pesado de la realeza. Francis Ngann, que tiene el cinturón completo, se enfrentaba a Cyril Gan, su viejo conocido del gimnasio y campeón interino de la UFC.
Para Francis, era su primer combate desde que ganó el título. En su último combate se enfrentó sin demasiados problemas al titular de los pesos pesados de Estados Unidos, Stipe Miocic. Ahora se esperaba que demostrara que es el mejor peso pesado de la división de los pesos pesados, y eso es para largo. Hablando de Ghana, en su anterior combate obtuvo una victoria sobre Derrick Lewis, que le hizo ganar el título interino.
Antes del combate, ambos dijeron que no tenían dudas sobre la victoria. También resultaba curioso que recientemente hubiera aparecido en Internet un vídeo de la larga sesión de sparring de Cyril y Francis, en la que el primero tenía una clara ventaja sobre el segundo. El Depredador afirmó posteriormente que una vez había noqueado al francés en un entrenamiento. Esta conversación tuvo un impacto significativo en el trasfondo que rodea a la pelea, provocando un calor adicional.
De todos modos, según las cuotas de las casas de apuestas, Gan era ligeramente favorito. Además, la mayoría de los expertos creían que Cyril, con su estilo habitual, alargaría el combate hasta los últimos asaltos, y probablemente lo convertiría en un aburrido combate de «ajedrez».
El inicio del combate pareció confirmar estas expectativas. Gan, después de un intento infructuoso de enfrentamiento en el primer asalto, cambió a su táctica preferida. Cyril se movió maravillosamente, ejecutando maniobras y cambiando de postura. El francés utilizó patadas bajas y jabs rápidos para marcar puntos todo el tiempo.
El camerunés, por su parte, parecía apostar por una acción explosiva. «Traidor» utilizó la presión pero estuvo muy desdentado en sus ataques y su veloz oponente parecía mucho más activo. Los segundos cinco minutos no cambiaron el panorama, y Gan había aprovechado claramente la ventaja. Francis, por su parte, apenas tuvo disparos. Era claramente inferior en el enfrentamiento, pero parecía esperar que su oponente cometiera un error.
Y el plan de Ngannou funcionó. Al comienzo del tercer segmento, el francés hizo un intento infructuoso de ataque. Francisco lo aprovechó al instante. Agarró a su oponente y lo tiró al suelo como un saco de patatas. Todavía quedaban tres minutos de asalto, por lo que el camerunés tuvo la oportunidad de presionar a su oponente con su volumen, agotándolo.
Sin embargo, Cyril todavía estaba bastante fresco, así que se levantó de la lona. Pero el clásico golpeador Francis ya tenía claro que sólo debía buscar sus oportunidades en este combate. «Traidor» estaba esperando su momento para llevar el combate al suelo, y una vez más su enorme oponente estaba en la lona. La lucha libre cansó mucho a Ghana y ya no le quedaba nada de vivacidad.
En el cuarto minuto, Cyril intentó volver a su antigua táctica. Al principio de la ronda realizó ataques ligeros en el poste, esperando sólo sumar puntos. Pero Francisco ya se había dado cuenta de la debilidad de su oponente. El camerunés lo mandó al suelo de nuevo y comenzó a pelear con él. Ngannou utilizó bien su peso y exprimió las últimas fuerzas de su oponente. El francés, en cambio, estaba claramente agotado y perdido.
En los últimos cinco minutos el enfrentamiento tuvo lugar en el suelo. Sin embargo, esta vez fue Cirilo quien inició la pelea, pero Francisco se defendió con éxito. Y cuando Gan trató de torcerle el talón, pareció un intento de un niño de primer grado de hacerle un mínimo daño al gran hombre. Al final, Predator tuvo el control y terminó el choque ganando por puntos.
Los espectadores fueron testigos de una verdadera clase magistral de Francis. Consiguió ajustar sus tácticas en el transcurso del combate y demostró una vez más que sigue siendo un competidor infravalorado. Resulta que el camerunés lucha bien, por lo que dispone de todo el arsenal de un luchador de artes marciales mixtas.
La astuta tendencia de Cyril a correr todo el enfrentamiento de cinco asaltos en el octágono y a acumular puntos únicamente gracias a su ventaja de velocidad chocó con el titánico poder de ‘El Traidor’ y su deseo de ganar. Ngannou se ha ganado el campeonato de los pesos pesados y se espera que un espectáculo como este obligue a los jefes de la liga a seguir trabajando con él dándole unas condiciones de contrato decentes.